No me gusta el fútbol, y mucho menos por la radio, me resulta soporífero y aburrido. Quizá porque mi padre se pasaba los domingos por la tarde escuchando el carrusel de RNE (su emisora preferida y a la que siempre le fue fiel, aunque hoy habría que llamarle "tablero deportivo" por aquello de los "copyrights", ya que, como sabéis, el término de "programa carrusel" es de la SER), y quizá por eso quedé hasta "el moño" de fútbol. Pero es verdad que, aunque los carruseles deportivos sea aún hoy uno de los espacios que más beneficios aportan a las grandes cadenas de radio, sus oyentes están en caída vertiginosa e imparable.
Normalmente cuando pasaba por los parques en mi ciudad no era nada extraño encontrarte con ancianos escuchando los partidos por la radio, pero a medida que esos ancianos van desapareciendo, esa práctica también cae en desuso y cada vez es más raro verte con un señor con el receptor en la mano oyendo los partidos.
Las nuevas generaciones beben de otras fuentes, y ya no les despierta el mismo interés ni le ven el atractivo a pasarse unas cuantas horas sujetando un receptor. Los amigos que conozco amantes del fútbol usan otros métodos, e incluso "narran" los partidos por su grupo de whatsapp, publicando imágenes en directo de lo que está ocurriendo en el campo. Así, se centran en los partidos que les interesan, no tienen que oír si el Éibar (o cualquier otro supuesto equipo, porque no se siquiera si existirá el Éibar aún...) marca gol o si en su área hay penalti.
Ocurre un poco lo mismo con internet. Antes comprabas el periódico o una revista generalista, y tenías suerte si en algún número trataban tu tema favorito. Hoy en día con blogs y portales no necesitas esperar a que llegue a los quioscos un número determinado con una portada en la que veas lo que te gusta, sino que tienes al alcance de la mano lo que te gusta o te entretiene ver y conocer, e incluso puedes participar emitiendo tu propia opinión o juicio sin necesidad de confiar en que el preciado espacio de papel que van a ocupar con tu comentario lo considere, el director de la revista, mínimamente interesante para publicártelo. Y tampoco tendrás que esperar dos semanas o un mes para verlo publicado. De hecho cuando los comentarios se moderan por cualquier razón, esperar unas pocas horas o un día ya nos parece demasiado.
Por supuesto esto también tiene sus riesgos, y es lidiar con el spam, soportar opiniones enfrentadas o discusiones, e incluso arriesgarse a leer artículos poco profesionales o con una cuestionable calidad ortográfica y de redacción.
Pero creo que todo ello puede convivir perfectamente. No puedes esperar que un amigo por whatsapp narre un partido con neutralidad, ni siquiera con cierta soltura en su difusión, cosa que al profesional de la radio se le presupone y se le debe exigir. Por eso tenemos en la radio un más que interesante y valioso aporte si somos aficionados al fútbol.
De la misma manera, no podemos esperar que un redactor web que hace su trabajo por amor al arte y en sus horas libres, nos ofrezca la misma profundidad o complejidad que un artículo de una revista especializada con profusión de fotografías exclusivas, esquemas y entrevistas, con imágenes realizadas por profesionales y en estudios profesionales. Por eso las páginas web son un complemento, pero es imposible que ofrezcan lo mismo que puedes encontrar (y también exigir) en una publicación en papel. Al fin y al cabo compramos la publicación por eso, y en internet el único a quien pagamos es al operador que, paradójicamente, es el que menos aporta en cuanto a contenidos.
| Redacción: ccniRadio
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