Hace poco me regalaron una imagen de Nuestra Señora del Carmelo del fabricante español SanJorge. Es una talla de tipo infantil (aunque no es para niños, es decorativa, obviamente -aunque ellos la vendan como "infantil-little", lo que induce a error y no sé si está hecho expresamente a propósito para confundir-) bastante simpática y bonita. Sin embargo en la advocación mariana del Carmelo convendría destacar algunos notorios y lamentables fallos que al diseñarla han cometido la gente de SanJorge:
- El niño sin corona. Es cierto que la imagen está dedicada a Nuestra Señora del Carmelo, pero siendo ella la protagonista, realmente quien le da gloria y notoriedad a su Madre es su Hijo, es decir, Nuestro Señor Jesucristo. Que ella lleve corona y no se la hayan puesto a su Hijo es un fallo imperdonable.
- El niño "rubio". Que un niño de corta edad sea rubio no es nada poco habitual, aunque luego, de mayor, su cabello se oscurezca. Pero el rubio luminoso que le han puesto al niño Jesús, reconozcámoslo, no pega ni con cola. No es excusa el que sea una talla de aspecto infantil, eso no debería ser utilizado para evadirse tanto de la realidad.